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jueves, 25 de abril de 2019

Noticieros ICAIC Latinoamericano Vol.01 - 1960-1976

Título original: Noticiero ICAIC Latinoamericano - Actualidades nacionales e internacionales
Dirección: Alfredo Guevara (56), Santiago Álvarez (233),  Julio Batista (2), Manuel Perez (2), Jorge Fraga (1), Miguel Torres (16).
Fotografía: 16mm, B/N.
Productora: Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos ICAIC.
País de producción: Cuba
Año: 1960-1976
Duración: 50s - 20min.
















Noticiero ICAIC Latinoamericano - Actualidades nacionales e internacionales





Compuesto por 1.490 emisiones semanales, producidas y exhibidas entre los años 1960 y 1990, el Noticiero ICAIC Latinoamericano fue testigo de grandes acontecimientos nacionales e internacionales de la segunda mitad del siglo XX.

El 21 de junio de 2012, El Institut National de l'Audiovisuel (INA) y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) firmaron un acuerdo de colaboración para la restauración, digitalización y mejora de las imágenes de noticias latinoamericanas de ICAIC.

Este fondo, denominado "Noticiero ICAIC Latinoamericano" fue declarado Patrimonio Nacional de Cuba e inscrito en el "Registro de la Memoria del Mundo" de la Unesco en 2009.

En total, se digitalizarán 1490 ediciones de noticias cinematográficas producidas y difundidas entre junio de 1960 y julio de 1990, también miles de extractos estarán disponibles en Ina.fr.

Hasta la fecha han digitalizado y subido a su web un total de 292 Noticieros ICAIC Latinoamericano, se pueden ver a una calidad media de forma gratuita y sin registros.
El Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) recibió oficialmente el primer grupo de copias restauradas del Noticiero ICAIC Latinoamericano. La entrega se realizó este viernes por directivos del Instituto Nacional del Audiovisual (INA) de Francia, quien corrió a cargo del proceso tecnológico.

La recuperación del afamado Noticiero, dirigido por el fallecido y gran documentalista cubano Santiago Alvarez (1919-1998), y considerado desde 2009 como Registro de la Memoria del Mundo de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), es fruto de un acuerdo entre el ICAIC y el INA.

El convenio establece la restauración de las copias de 35 milímetros y la realización de copias digitales en formato de Alta Definición, de esta significativa obra del audiovisual cubano.

También asegura la explotación conjunta de los fondos digitalizados con beneficios para ambas partes, aunque el ICAIC se reserva los derechos patrimoniales y la titularidad de los fondos originales del Noticiero, que constituyó todo un suceso cultural en la isla.

La entrega de este viernes formó parte del XXXV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que concluye mañana en La Habana, e incluyó al primer rollo del lote de 250 emisiones entregado a la institución francesa en una prueba de confianza, no sólo institucional, sino del nivel de colaboración internacional entre Cuba y Francia.

El director adjunto del INA, Michel Raynal, explicó que se trata un pequeño grupo de 54 programas emitidos entre 1960 y 1963, y anunció que ya se encuentra terminada la digitalización de casi la totalidad de ese primer grupo de Noticieros entregados por Cuba.

Raynal, quien está al frente de los trabajos, señaló que la mayor dificultad estuvo en el sonido, que se encontraba en muy malas condiciones, e insistió en que tuvieron muy en cuenta el respeto a la estética original de las obras.


Algunos de los contenidos recogidos en esta colección abordan hechos históricos vinculados a figuras como el ex presidente cubano Fidel Castro y el guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, y a los procesos culturales y políticos de Europa y Asia, así como de Africa, en su lucha contra el colonialismo, y las gestas en América Latina.

Dirigido por Alvarez, el Noticiero se convirtió en escuela de cineastas cubanos y latinoamericanos, y en un fenómeno cultural capaz de despertar el interés de amplias audiencias.

La institución francesa se propone ahora la elaboración de un catálogo en español sobre los Noticieros, y dar a conocer a los franceses el contexto y el nombre de las figuras que aparecen en las películas, desconocidos prácticamente en el ámbito europeo actual.

El INA es una institución pública con la responsabilidad de archivar y compartir todas las producciones francesas de radio y televisión, con los escritos y otros materiales a partir de imágenes fijas, sonido, imágenes en movimiento, grabaciones musicales, mapas y planos.

Desde 1974, el INA se centró en la recopilación y conservación de las imágenes y sonidos que conforman la memoria histórica colectiva, con el propósito de compartirlos con el mayor público posible, de ahí que constituya en la actualidad un referente en materia de innovación tecnológica en esta rama.

En la actualidad, la institución francesa, reconocida como el primer centro audiovisual del mundo para el archivo digital y la valorización de fondos, trabaja de conjunto con Rusia en la digitalización de materiales de radio y televisión producidos por la antigua Unión Soviética.

El ICAIC se propone ahora emprender experiencias similares en un futuro con los fondos que agrupan las obras de otros significativos cineastas cubanos, como Tomás Gutiérrez Alea y Humberto Solás.


La colección que han llamado "Les archives cubaines / Los archivos cubanos" contiene descripción y datos de cada capítulo, así como su fecha exacta de emisión en las pantallas de los cines cubanos.

En Naranjas de Hiroshima hemos querido reunir todo lo que se ha publicado de este magnifico trabajo de recuperación del archivo cinematográfico latinoamericano, para apoyar con su difusión, ya que creemos en la importancia y el valor de los acervos del cine documental cubano, el cual siempre hemos difundido deste esta plataforma de difusión cultural.













Noticiero ICAIC Latinoamericano

Noticiero ICAIC Latinoamericano. Informativo fílmico semanal creado por Santiago Álvarez en 1960, con producción del ICAIC para mostrar al mundo la verdad de Cuba y América Latina.

Historia

A partir del 6 de junio de 1960, el Noticiero ICAIC Latinoamericano contaba cada año en medio centenar de salidas al aire, con capítulos distintos de las memorias y andar cotidiano del país. Grandes reportajes o principios de documentales, historias hiladas con el sabor de la ficción, armadas de una coherencia casi impecable en el discurso, abren los vestidos de un pueblo y un país que se muestra “real maravilloso” sobre las aguas que lo comunican con los puertos de la antigua URSS, América Latina, Viet Nam o Angola.

Ejemplo de periodismo cabal, comprometido con su tiempo y con su público, responsable e incisivo, crítico y solidario, el Noticiero ICAIC Latinoamericano, en sus muchas ediciones de los años 60, 70 y 80 lo mismo empleaba el tono emotivo de la crónica, que la ironía y el sarcasmo para burlarse de agujeros oscuros, que la entrevista en contrapunto de puntos de vistas contrapuestos.

Hubo muchas ediciones célebres, que hicieron llorar o reír a miles de cubanos. Los hacedores del Noticiero, sobre todo en las postrimerías de los años setenta, y hacia finales de los ochenta, se buscaron mil problemas con funcionarios holgazanes, corruptos, indolentes.
Forja de talentos

Son memorables algunos números realizados por directores que luego integrarían la llamada generación intermedia de directores, los que debutaron en los años ochenta. Entre ellos los luego famosos Fernando Pérez (Clandestinos, Hello Hemingway), Rolando Díaz (Los pájaros tirándole a la escopeta, En tres y dos) y Daniel Díaz Torres (Jíbaro, Alicia en el pueblo de Maravillas), quienes evidenciaron en sus primeras películas de ficción un acercamiento complejo, crítico, a la realidad y la historia de Cuba que mucho le debía conceptualmente a sus respectivos aprendizajes en el Noticiero ICAIC Latinoamericano, de la mano de Santiago Álvarez, quien los dejaba trabajar, indagar, cuestionar, siempre y cuando las críticas estuvieran de parte de la objetividad y la responsabilidad.

El movimiento documental fue la verdadera base del séptimo arte en la Isla, y por supuesto, el Noticiero ICAIC Latinoamericano fue la forja de graduación para la mayor parte de los cineastas cubanos, quienes nos legaron importantes obras de ese género antes de incursionar en la ficción.

Aparte de los fundadores Tomás Gutiérrez Alea y Julio García Espinosa (formados en el periodo prerrevolucionario), Manuel Octavio Gómez] firmó la excepcional y emotiva Historia de una batalla antes de entregarnos esa clásica entremezcla de ficción y documental que fuera La primera carga al machete; Humberto Solás realizó un paréntesis con Simparelé y Wifredo Lam entre largometrajes de ficción tan memorables como Lucía o Cecilia, Fernando Pérez presentó credenciales con Camilo y Omara previamente a los mayores opus que significaron Clandestinos o Madagascar; Orlando Rojas se le recuerda casi tanto por A veces miro mi vida como gracias a Una novia para David y Papeles secundarios; Octavio Cortázar hizo Por primera vez antes de El brigadista, Pastor Vega solo igualó el éxito artístico de Viva la República con Retrato de Teresa; Manuel Herrera es el autor de Girón y Enrique Pineda Barnet de David aunque después se dedicaran con éxito a la puesta en escena de películas históricas y espectaculares.

También se recuerdan ediciones problemáticas de la segunda mitad de los años 80, hechos con muy alta temperatura crítica y dirigidos por José Padrón, al calor del proceso de rectificación de errores, consagrados a la situación nefasta del Río Almendares, de los albergados o del transporte público.
Imagen de Cuba al mundo

En cuanto al pálpito internacional, o al papel de Cuba en las guerras de independencia del Tercer Mundo, el Noticiero posee imágenes excepcionales del Comandante en Jefe en sus viajes por todo el mundo durante tres décadas; numerosas secuencias consagradas a Che Guevara, Ho Chi Minh, Salvador Allende, la guerra de Angola, terremotos y acontecimientos políticos en treinta años de historia latinoamericana, la Revolución de los Claveles… todo lo cual le ha valido la incorporación por parte de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a su lista Memoria del Mundo. 




Santiago Álvarez habla de los Noticieros del ICAIC


Aquí una pequeña muestra algunos de los noticieros:


 


Con motivo del décimo aniversario de la creación del ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos), una retrospectiva sobre la invención de la cinematografía, ilustrada por dibujos, grabados, fotografías y películas. Este aniversario es la ocasión en La Habana de una exposición de carteles de películas, fotografías de personalidades del mundo del cine que llegaron a Cuba entre 1959 y 1969 (Joris Ivens, Peter Brook, Jean-Luc Godard, Agnès Varda, Francesco). Rosi, Chris Marker, Gérard Philipe, etc.) y fotografías de eventos filmados por el ICAIC. Desde 1959, las profesiones cinematográficas se han abierto a las mujeres con la capacitación de proyeccionistas cubanos. Se están creando nuevos cines en todo el país. Una nueva tendencia cinematográfica está apareciendo en Cuba, uno de cuyos objetivos es capturar la "revolución" y las luchas de liberación en todo el mundo. La principal misión del ICAIC es llevar el cine a las regiones más remotas del país. Demostración en imágenes de: taumatropo; bandeja fenakistiscopio; zoetrope, zoopraxiscope.Rappel utilizando grabados de la primera proyección pública de los hermanos Lumière; Imágenes de la cámara de los hermanos Lumière y transmisión de dos de sus primeras películas: "Desembarco del congreso de fotografía en Lyon" y "La llegada de un tren a La Ciotat"; escena de ropa ajustada por tres mujeres jóvenes; Escena de una película muda burlesca. Archivos: Eisenstein dirigiendo su película "Yvan el terrible"; Cuba a principios de siglo (escena callejera, primer tractor); Pinturas rupestres de altamira.


Ignacio Villa, Bola de nieve - Santiago Álvarez - Noticiero ICAIC - (1967)





Historia a través de los ojos cubanos: Noticiero ICAIC 


'Noticiero ICAIC Latinoamericano' fue una serie de noticiarios cinematográficos producidos entre 1960 y 1990 por el cine cubano Instituto ICAIC. El programa de noticias semanal que cubre los principales eventos locales y mundiales se mostraría antes de las proyecciones de películas en la capital, La Habana, y en ciudades y pueblos de la isla.

Muchos de esos 1,493 noticiarios podrían ser ridiculizados como propaganda, pero empujaron los límites de las noticias, de la narración visual que ha dejado un legado.

Al principio, los noticiarios de Noticiero estaban destinados a "defender la posición de la revolución y al mismo tiempo apoyar una posición firmemente antiimperialista ... En 1962-1963, se podía ver que el noticiario era más que una reseña semanal de noticias, no importa cuán ágil, dinámico - militante. Había también una visión artística ", dice Manuel Pérez Parades, el ex director de Noticiero ICAIC.

A medida que comenzó a desarrollar su creatividad, "fue capaz de alterar ciertas reglas establecidas sobre cómo deberían decirse las cosas ... El ICAIC adoptó una postura particular hacia la expresión artística, que asumió riesgos. También existía el peligro de que se cometieran errores. . Y sin embargo, era un riesgo que valía la pena tomar ".

Los noticieros de cine ahora son anacronismos, pero en aquel entonces, los cubanos cubrían las noticias a su manera. Y no hemos visto nada como lo que produjeron desde entonces.




Fuentes de información: Ecured, Cubacine. Portal del ICAIC, INA.fr, Cubadebate




https://www.naranjasdehiroshima.com/2007/02/especial-santiago-alvarez.html

viernes, 15 de marzo de 2019

Por primera vez

Título original: Por primera vez (For the First Time)
Dirección: Octavio Cortázar
Montaje: Caita Villalón.
Iluminación: Antonio Chao.
Música: Raúl Gómez.
Sonido: Ricardo Istueta, Eugenio Vesa.
Fotografía: José López "Lopito" (B&W).
Títulos: Delia Quesada.
Producción: Manuel J. Mora.
Productora: Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC) / Lombarda Industria Cinematografia.
Intervienen: Equipo de cine móvil del ICAIC, habitantes de Los Mulos, Cuba.
País de Producción: Cuba
Año: 1967
Duración: 09 min.







El cine llega "por primera vez" al monte... Este cortometraje documental cubano, dirigido por Octavio Cortázar, recoge la experiencia de una comunidad rural de las sierras del oriente de la isla, donde llega por primera vez el cine, gracias a los cines móviles creados con este fin por la Revolución. El espectador recibe las diferentes emociones que a un público de hombres, mujeres y niños del campo le provoca el ver el primer film de sus vidas: "Tiempos modernos", de Charles Chaplin. 




Cuando uno entra en el viejo edificio del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos –el famoso ICAIC–, el más visible de la céntrica Avenida 23 que parece partir en dos la zona de El Vedado, en La Habana, difícilmente se imagina que de ese gran bloque blanco de concreto y ventanas en hileras al estilo más elemental de Bauhaus emergió en la década de los sesenta eso que algunos todavía se empeñan en llamar “el nuevo cine cubano”. Y eso que el lobby, sólo separado de la calle por algunas escalinatas y una mesita de registro en donde un vigilante toma de mal modo tus datos antes de dejarte pasar, anticipa las antiguas glorias del Instituto con un despliegue de artefactos cinematográficos en desuso, colocados ahí como en un homenaje a las tres décadas que siguieron a su fundación en 1959: cámaras de 35 mm., grandes lámparas y una que otra butaca de madera rodeadas por los muros del salón, completamente llenos de carteles del cine nacional, esos que se hicieron famosos por sus dotes gráficos, resplandecientes de influencias soviéticas en la revolución socialista del Caribe, y cuyas copias en serigrafía nos llevamos algunos turistas melancólicos para colgarlos en la sala de nuestras casas.

Tal vez, el de Por primera vez, de 1967, perdido entre la multitud de esos afiches apretados uno junto a otro en el lobby del ICAIC, no es el mejor si se le compara con los trabajos más destacados de toda la portentosa producción gráfica a la sombra del Instituto, resultado de la labor de una generación de buenos diseñadores reclutados para promocionar tanto al cine cubano de la Revolución como a las películas extranjeras que pasaban por sus filtros y se proyectaban en las salas de la isla durante los años sesenta y setenta. Del fondo verde olivo del cartel emerge la figura infantil de un Chaplin que se asoma cubierto hasta la cintura por plantas y flores de colores en un arreglo de intención psicodélica, pero no wow. En su lado derecho, la tipografía, también desigual, que anuncia los créditos de la película: «Documental cubano de Octavio Cortázar. Premio San Gregorio en el Festival de Valladolid, España». La verdad, nada que le haga suficiente justicia a un filme como ese, que con apenas nueve minutos de duración y unos cuantos segundos más, es, seguramente, la obra más corta en haber alcanzado el aura de clásico dentro la vasta filmografía cubana de ese tiempo.



Aunque su director, Octavio Cortázar (La Habana, 1935), quien estudió en Europa al igual que otros cineastas agrupados en torno al ICAIC como Tomás Gutiérrez Alea o Julio García Espinosa –si bien a diferencia de aquellos, no lo hizo en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma, sino en la entonces más socialista Academia de Cine de Praga (FAMU)– ­llegó a dirigir por lo menos dos largometrajes de ficción –entre ellos el popular drama revolucionario y juvenil de 1978 El brigadista–, Por primera vez debe ser su película más importante; y definitivamente no por eso de haber ganado ese «premio San Gregorio del Festival de Valladolid», sino por representar, a fuerza de entusiasmo, ternura y oficio documental, uno de los panfletos cinematográficos más dulces y sinceros producidos por la maquinaria audiovisual de la Revolución cubana.

En un tono muy similar al de los noticieros cinematográficos producidos en aquel tiempo por el mismo ICAIC para exhibirse los fines de semana en las salas cubanas y dar a conocer los avances de la Revolución, Por primera vez capta la esencia de uno de los proyectos de los años sesenta más recordados del Instituto, el de Cine Móvil, y con una premisa bastante simple: el camioncito del ICAIC, tripulado por dos señores y equipado con un proyector, una pantalla, bocinas, una planta de energía eléctrica y latas de películas, sale de La Habana –casi seguramente de ese mismo icónico edificio de la Avenida 23– para viajar por semanas e ir alcanzando los lugares más recónditos del país recién reorganizado por el régimen revolucionario. Por el día se instala en las escuelas y por la noche ocupa las plazas de los pueblitos con una encomienda principal: la de proyectar películas frente a muchos campesinos, niños y adultos, para quienes aquella podría ser su primera vez ante –como dicen los cursis– el milagro del cine. Tiempos modernos (Modern Times, 1937), por cierto, la cinta de Charles Chaplin seleccionada para tan especial ocasión en los alrededores de Guantánamo y Baracoa, la regiones del extremo oriental cubano donde fue filmado este pequeño documental, no es nada políticamente ingenua en un momento como el de 1967.

Puede ser que Por primera vez no sea una película muy elaborada; su estructura no tiene la osadía del montaje en las películas del también documentalista del ICAIC Santiago Álvarez o la profundidad estética y discursiva de los ensayos, transversales entre la ficción y el documental, de Tomás Gutiérrez Alea. Es más, su acercamiento a los personajes campesinos que retrata no va, en la mayoría de los casos, más allá de un emplazamiento de cámara reporteril y unas preguntas simples que cuando no se escuchan de la voz de Cortázar podrían adivinarse a través de las simples respuestas de los niños y mujeres que dan su testimonio. Aparte de en el uso un tanto sui generis de una música parecida al surf –obra, como en casi todas películas cubanas de la época, del heroico Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC–, o en la bella y funcional fotografía a cargo de un tal “Lopito”, el verdadero valor del filme está en otro lugar, y ahí sí que es absolutamente único: por un lado, en la hermosa instantánea que hace de ese ejercicio moderno de alfabetización audiovisual, si bien emulado en la política audiovisual de otros países de Latinoamérica (incluido México), único en su concepción y embebido de todo el espíritu utópico de un proyecto de revolución cultural en su cenit; por el otro, en la mirada sorprendida de los nuevos espectadores, fascinados bajo las luces y los sonidos de una nueva manera de entender el mundo, capturada ahí en toda su magnitud, y empacada y sellada para la posteridad.



Fuentes de información:  Reseña Por Gustavo E. Ramírez Carrasco, publicado en Icónica el 17 de julio de 2017, Arsenal Berlin, IMDB, RebeldeMule, Tabakalera, Wikipedia (Octavio Cortazar), Filmaffinity.


viernes, 24 de noviembre de 2017

¿Por qué nació el Ejército Rebelde?

Título original: ¿Por qué nació el Ejército Rebelde?
Dirección: José Massip 
Guión: José Massip 
Producción General: Antonio Miguel Sánchez 
Dirección de Fotografía: Jorge Herrera 
Edición: Carlos Menéndez, José Massip 
Música Original: Carlos Fariñas 
Sonido: Departamento de Sonido ICAIC 
Asistente de Dir.: Manuel Pérez 
Operador de Cámara: Arturo Agramonte
Productora: ICAIC
País de producción: Cuba
Año: 1960
Duración 18 min.












La situación en que vivían los campesinos durante la dictadura del General Fulgencio Batista. Cómo se organizaron en grupos de resistencia y formaron un ejército revolucionario

José Massip


Massip, integrante de la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo en la década de 1950, colaboró estrechamente junto a Julio García Espinosa, Alfredo Guevara y Tomás Gutiérrez Alea en la filmación del documental El mégano que, fechado en 1955, es considerado punto de partida del Nuevo Cine Cubano.   

Fundador del Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficos, ICAIC, en 1959, comenzó a realizarse como asistente de dirección en el documental La vivienda, de García Espinosa. Lo sería igualmente del holandés Joris Ivens, en sus documentales Carnet de viaje y  Cuba pueblo armado, ambos de 1961.   

Para entonces se iniciaba como director, en 1960, con los documentales Por qué nació el Ejército Rebelde y Los tiempos del joven Martí, que una década después, hacia 1971, le llevaría a filmar el largometraje Páginas del diario de José Martí.   

Hoy, su documental de 1962: Historia de un ballet, es considerado una de las cintas clásicas del período posrevolucionario en el país. Basado en la pieza Suite Yoruba, del coreógrafo y bailarín Ramiro Guerra, la excelente fotografía de Jorge Haydú; la edición de Mario González y la narración en off de Luis Carbonell, la transformaron en una obra antológica.   

Por Historia de un ballet José Massip obtuvo en 1962 el Gran Premio Paloma de Oro en el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Leipzig y el Primer Premio y Medalla de Oro en el Certamen Internacional de Cine Documental Iberoamericano y Filipino de Bilbao, en 1964, entre otros lauros.   

Luego, con La decisión que rodó en 1964 y fuera su ópera prima en ficción, recibió el Premio a la dirección de actores del XIV Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary; y por el cortometraje Madina Boe, de 1968, fue Mención Especial de la FIPRESCI en el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Leipzig y el Primer Premio Dragón de Plata en el  Festival Internacional de Cine de Cortometraje de Cracovia, además de Mención Especial de la FIPRESCI.

Nacido en 1926, José Massip se graduó de Licenciado en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana, y en Sociología en la Universidad norteamericana de Harvard.   

Contó con muy sólida formación intelectual desde joven, pues sus padres figuraban entre los más importantes investigadores y profesores universitarios cubanos: Sara Ysalgué y Salvador Massip; lo que le ha permitido incursionar en el ensayo, la crítica de teatro, el cine, la literatura y la docencia. 


Fuentes información: Ecured, CMBFRadio.cu,


Sexto aniversario - Julio García Espinosa (1959)

Título original: Sexto aniversario  
Director: Julio García Espinosa 
Guion: Julio García Espinosa
Asistente de dirección: Guillermo Cabrera Infante, Fausto Canel, Saúl Yelín.
Producción: Juan Carlos Osorio
Fotografía: Jorge Herrera, Arturo Agramonte
Música: Juan Blanco
Edición: Julio García Espinosa
Sonido: Eugenio Vesa.  
País de producción: Cuba  
Productora: ICAIC
Año: 1959 
Duración: 18 min.










García Espinosa conmemora los seis años transcurridos desde el asalto al Cuartel Moncada, pistoletazo de salida de la Revolución Cubana.


SEXTO ANIVERSARIO (1959), de Julio García-Espinosa.*1

Dentro de la historiografía relacionada con el cine cubano, el documental “Sexto aniversario” figura como el primero realizado íntegramente por el ICAIC. Ya antes se habían estrenado “Esta tierra nuestra”, de Tomás Gutiérrez Alea, y “La vivienda”, de García-Espinosa, pero aunque ambos filmes fueron concluidos por el ICAIC, los créditos de producción pertenecen a la Dirección de Cultura del Ejército Rebelde, que fue donde comenzaron a filmarse.  

“Sexto aniversario” registra ese momento histórico en que medio millón de campesinos de diversos lugares de la isla, acuden a La Habana el 26 de julio de 1959 con el fin de festejar lo que fue, seis años atrás, el asalto al Cuartel Moncada. García Espinosa ha evocado la experiencia del siguiente modo:  

“En marzo se hizo la ley mediante la cual se creaba el ICAIC. Fue la primera ley que se hizo sobre la cultura. En julio yo dirigí “Sexto aniversario”, primer documental realizado por el ICAIC. Todo me parecía maravilloso. Éramos contemporáneos de una Revolución y no precisamente como espectadores pasivos. Yo llegué a ser jefe del Departamento de Arte de la Dirección de Cultura del Ejército Rebelde. Ese mismo año nuestro recién estrenado Instituto del Cine empezó a dar sus primeros pasos. El núcleo que lo dirigiría inicialmente sería prácticamente el mismo que había realizado “El Mégano”, más Guillermo Cabrera Infante que se sumaría a él. Y más tarde Saúl, Saúl Yelín, uno de los grandes cimientos del ICAIC, uno de esos ángeles que entran en tu vida para siempre. No se concibe esa primera etapa del ICAIC, sus películas, su promoción, el alcance internacional del cine cubano, sin la personalidad de Saúl”  



La presencia de Guillermo Cabrera Infante y Fausto Canel dentro del equipo de realización (dos personas que a finales de esa misma década romperán con la Revolución), nos hace pensar que, en efecto, todo en aquel instante inicial era “maravilloso”. Las diferencias ideológicas existentes entre esos hombres todavía no alcanzaban a fracturar la ansiedad que, en sentido general, compartían ante la posibilidad de por fin concederle al país una industria cinematográfica nacional.  

“Sexto aniversario” es deudor de ese espíritu idealista y aglutinante. La estructura es bastante convencional, y puede segmentarse en tres grandes partes: una primera donde se describe la llegada a la capital (“por aire, por tierra, y por mar”) de esos “500 000 guajiros”; una segunda en la que se les muestra visitando lugares como la Universidad o el malecón, así como los encuentros que sostienen con diversos líderes de la Revolución; y una tercera que se concentra en lo sucedido ese día en la Plaza Cívica.  

En lo discursivo, el filme no disimula el deseo de ser sobre todo un vehículo exaltador del proceso que comenzaba a vivirse en el país. La narración está llena de frases grandielocuentes que una y otra vez remarcan “la excepcionalidad” de la Revolución y sus dirigentes, mientras que las imágenes van creando una sensación casi bucólica de aquella experiencia colectiva. Los últimos minutos son aún más sensacionalistas, pues recoge ese momento en que el presidente de la República Osvaldo Dorticós anuncia el regreso de Fidel a su cargo de Primer Ministro, ante la euforia colectiva de las masas, que manifiestan su entusiasmo “lanzando sus sombreros al aire”.  

“Sexto Aniversario” es fiel a un momento histórico puntual. Desde luego que aquí encontramos la visión exclusiva de quienes estaban impulsando la Revolución, pero más allá de su parcialidad política, es posible detectar lo que en otros contextos se ha nombrado “espíritu de época”. Sabemos que si bien un conjunto de imágenes resultan insuficientes para aprehender ese todo dinámico y complejo que llamamos “realidad”, el examen de las mismas sí nos permite acceder a ese mundo simbólico a través del cual los seres humanos del momento construyen y comparten el imaginario social.  

Esto quiere decir que, dejando a un lado las simpatías o fobias que en la actualidad puede provocar la Revolución, en “Sexto aniversario” todavía es posible encontrar buena parte de las aspiraciones mayoritarias que movilizaban a los revolucionarios de 1959, pero también a quienes, sin ser revolucionarios, parecían refugiarse en aquello que gustaba repetir Lezama: “No espero a nadie, pero insisto en que alguien tiene que llegar”. 

Juan Antonio García Borrero


Fuentes de información: *1 Sexto aniversario (1959), de Julio García-Espinosa. Juan Antonio García Borrero publicado en La Pupula Insomse, La revolución proyectada. Hacia una arqueología del cine documental cubano en los años sesenta (1959-1971). Masin, Daiana. (PDF).