• Siguenos en las redes sociales. Facebook y Twitter.
  • Visita nuestra nueva tienda donde tenemos algunas de nuestros nuevos y viejos diseños
  • Las licencias Creative Commons, nacen para compartir y reutilizar las obras de creación bajo ciertas condiciones. Con las licencias Crative Commons, el autor autoriza el uso de su obra, pero la obra continua estando protegida. Frente al COPYRIGHT que quiere decir “todos los derechos reservados”, las Creative Commons proponen “algunos derechos reservados”.
  • " Posters Cine Documental Diseñados por NAranjas de Hiroshima en su 10º Aniversario"
  • Ahora ya puedes publicar tu documental en Naranjas de Hiroshima
  • Cine documental cubano, con especialidad en los 60´s y 70´s
  • Un documental sobre la cultura audiovisual, un viaje por las vías oficiales y subterráneas del mundo del cine en la Ciudad de México. Producido por Naranjas de Hiroshima
  • "Un país que no tiene cine documental es como una familia sin álbum familiar." Patricio Guzmán
  • "Nosotros no hacemos films para morir, sino para vivir, para vivir mejor. Y si se nos va la vida en ello, vendrán otros que continuarán." Raymundo Gleyzer, 1974
Mostrando entradas con la etiqueta Victor Kossakovsky. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Victor Kossakovsky. Mostrar todas las entradas

viernes, 12 de abril de 2013

¡Vivan las antípodas!


Título original: ¡Vivan las antípodas!
Director: Victor Kossakovsky
Guión: Victor Kossakovsky
Música: Alexander Popov
Fotografía: Victor Kossakovsky
País de producción: Alemania, Holanda.
Formato: 35mm
Año: 2011
Duración: 108 min.
















"Viajando en una remota región de Argentina, llegué a un pequeño poblado con sólo tres casas al borde de un acantilado y un pequeño río que corría por el cañon distante. Bajo la luz del atardecer, este parecía ser uno de los más hermosos y pacíficos lugares de la Tierra. La imagen de un hombre parado en un puente que atravesaba el cañon pescando con una línea de 25, 30 metros, me hizo preguntarme: ¿Qué pasaría si extendiera esta tanza mucho más lejos, a través del centro de la Tierra? ¿Qué encontraría al otro lado del mundo? Resultó ser Shangai, uno de los lugares más poderosos, explosivos y ruidosos del planeta. Fue así como nació la idea de esta película.

Luego descubrí que la mayor parte del planeta está cubierto por agua, hay muy pocos sitios con lugares habitados que tengan antípodas. Por ejemplo, en todo Europa, sólo España tiene antípodas, Nueva Zelandia. En los Estados Unidos sólo Hawai, que es antípoda de Botswana, a su vez la única verdadera antípoda africana. Filmamos en los más bellos lugares del mundo que son en mi opinion, Lago Baikal y Cabo de Hornos. A veces uno tiene una buena idea para una película, pero una vez que la haces, te das cuenta que la idea era mejor que la realidad. En ¡Vivan Las Antípodas! fue al contrario. La idea estaba bien, pero luego descubrí que la realidad es todavía más increíble y sorprendente." *1



O como filmar lejos de la Historia *2

Ver una película de Viktor Kossakovsky presentada por su propio autor, ciertamente es un espectáculo. Es un contertulio polemista y divertido, siempre proclive a la hipérbole y a la auto-mitificación, alguien que entiende claramente el cine como show business, fundamentando los logros de sus películas en la genialidad o en la fortuna. O dicho de otra manera, a causa de un inexplicable don, aunque sea difícil escapar de la saga que como un pie de foto acompaña sus películas. Si Antonioni decía que la historia del cine la hacen las películas, la historia de las películas debería estar en la pantalla.

Hay películas que suelen inventarse dispositivos que posan su eje en la forma cinematográfica; dispositivos que, entendidos como un encuadre, definen sus límites como amplios campos de acción; dispositivos en los que los formatos, los soportes o los propios medios de producción de una imagen son pensados como si de una epopeya se tratase. Es allí donde se encuentra parte del espíritu formalista del cine documental: la preocupación tanto por el significado como por el significante. Si Deleuze afirma que los dispositivos son máquinas para hacer ver, el cine entonces es todo dispositivo: ¿qué otra cosa sería la luz, la cámara o la acción sino dispositivos puros? Pero hay dispositivos de la visión y otros dispositivos que podríamos denominar de la mirada. Estos últimos serían las coordenadas que establecen el eje desde donde reformular lo que entendemos por realidad; y estos dispositivos son, posiblemente, los que vibran al unísono si cada cuerda pulsada corresponde con el tono adecuado.

Viktor Kossakovsky es un constante inventor de dispositivos: la búsqueda de personas que nacieron el mismo día que él (Wednesday) o la filmación de su barrio desde la ventana de su apartamento (Tishe!), por ejemplo. Con mayor o menor efectividad, estos mecanismos nos descubren lo real organizado según criterios de catalogación: una sucesión de retratos con un aniversario como común denominador en la primera o una mera acumulación de vicisitudes en un cruce de calles en la segunda. Pero, ¿estos atajos llevan hacia algún sitio? Como dispositivos son enormemente evocadores, conectándonos con una de las primeras fotografías de la historia, Vista desde la ventana en Le Gras de Niépce  (imagen que el director utiliza además como logotipo de su productora) o realizando un corte transversal de una generación. En ambos casos, estamos ante algo más parecido a un estudio cuantitativo que a una película nacida de un tamiz ególatra como declaración de intenciones, porque tanto una como otra no logran transformar el dispositivo en un medio, pues éste es el principio y el fin.
En ¡Vivan las antípodas!, la última película de Viktor Kossakovsky, el dispositivo es tan potente que su resultado se parece más a una ecuación que a un film documental. ¡Vivan las antípodas! es un compendio de cuatro oposiciones binarias que resuenan a estructuralismo simbólico pero que se sitúan lejos de cualquier inmersión seria en el significado porque relegan a la determinación geográfica toda asociación posible entre los pares: Botswana y Estados Unidos, Chile y Rusia, Argentina y China, España y Nueva Zelanda, ¿están relacionadas sólo por su condición de antípodas del otro?

Para Kossakovsky los une, además de la idea inofensiva de hacer un agujero en la tierra para atravesarla y salir por el otro lado, su figura y su artilugio cinematográfico que juega constantemente, en vez de disgustarse, con la desorientación horizontal. Cualquier alusión político-social entre las antípodas del primer y del tercer mundo brilla por su ausencia. La periferia y el centro, oriente y occidente, lo rural y lo urbano son entendidos desde la perspectiva multicultural más burda y naïf, estetizando frívolamente, exotizando flagrantemente. Al realizador ruso le interesa, al parecer, sólo el drama dentro del cuadro, relegando a la reivindicación de la postal  o a la confirmación del tópico cualquier posicionamiento, como si lo inconsciente operara en todo lo que queda fuera de su interés. Ni siquiera en su velado (y único) posicionamiento crítico al desarrollo chino, que es más bien una omisión predecible y tendenciosa, logra encarnar su mirada sobre un dispositivo rico en conexiones transculturales. ¡Vivan las antípodas! es tan ornamental como aséptica. En ella, el cine y sus obsesiones más superficiales se anteponen a cualquier lectura justa sobre como nos vemos a nosotros mismos transversalmente, punción que de tanto en tanto nos reclama una reformulación seria y comprometida.

Si seguimos la idea de Deleuze, un dispositivo funciona cuando hace ver, pero ¿ver qué? El cine documental necesita inventarse mecanismos para afinar su capacidad alegórica, solventando la dificultad de plegar el mundo dentro un mueble compartimentado, y dependerá del carpintero que lo diseñe que éste termine siendo un cachivache, un instrumento útil o una obra de arte.


Kossakovsky es un cineasta fascinado por la forma. Su película Losev está montada con todo el material rodado,  pues 6 latas de 120 metros cada una equivalen en total a una hora aproximadamente , que es la duración del filme. En Sviato, el eje se desplaza hacia fuera, y el dispositivo no se utiliza como mecanismo metafórico, sino que deviene un instrumento de control que impide a su pequeño hijo contemplar su propio reflejo durante meses hasta que la cámara esté preparada para registrar a Narciso reencarnado. En toda la filmografía de Kossakovsky los elementos se reorganizan de manera que forma y fondo se traduzcan en un concepto hecho película, tensión mediante. Kossakovsky sabe impregnar de emoción la luz, la acción, un rostro, en definitiva, algo así como saber humanizar la forma, concentrándose en el drama.

Tres Romances (Pavel y Lyalya, Serguei y Natasha, Sasha y Katya), es otra reorganización numérica: tres parejas, tres edades  y tres tipos de amor (heterosexual), en la que una de ellas, Pavel y Lyalya, alcanza tal nivel de proximidad que es difícil no conmoverse con los personajes, lo que no ocurre con las otras dos historias, eclipsadas por la belleza de este amor maduro en Jerusalén. La relación del cineasta con los personajes debe influir en la profundidad conseguida, Pavel y Lyalya son amigos; los demás, según el propio cineasta, fueron producto de una investigación. En Los Belovs (otros conocidos del cineasta) funciona una relación inversa parecida al retrato a su maestro enfermo (Pável Kogan) y su mujer. A menor formalismo estructural, mayor calado emocional y mayor profundidad textual, es un argumento que puede parecer trillado (y no por ello menos cierto), que no quiere decir nada más que las películas más eficaces de Kossakovsky poseen ciertos aspectos comunes que están ausentes en el resto de su filmografía, sobre todo en sus trabajos más recientes.

El director ruso, quizás uno de los nombres que más entusiasmo generan en el documental más industrial (“de autor” e “independiente” como trademark) a pesar de haber hecho, con su última película, todos los deberes de la buena producción: cinco países en co-producción (el plano inicial consiste en siete minutos de créditos superpuestos sobre la imagen), música copiosa, fotografía exuberante, hipernitidez, paisajes recónditos y un puñado de buenas intenciones, no logra capitalizar las grandes expectativas depositadas en él. Un plano de ¡Vivan las antípodas! es el remate final de la fascinación desubicada que el director venía padeciendo hace un tiempo: sin pronunciar una sola palabra, la cámara atraviesa (literalmente) un derruido nongtang shanghainés. Flota a una altura artificiosa, mirando a los perplejos pobladores desde arriba, perfecta en su estabilidad, indolente en su interés, afectada en su trance, como si bailase al son de una siniestra canción que oye sólo quien lleva una gruesa armadura, ¡Vivan las antípodas!



Fuentes de información: *1 FilmAffinity, *2 Reseña de Carlos Vásquez publicada en Blogs&Docs.

lunes, 5 de febrero de 2007

Tishe - Silencio


Título original: Tishe (Silencio)
Dirección: Victor Kossakovsky
País de producción: Rusia
Año: 2003
Duración: 80 min.




Durante un año Kossakovsky filmó de manera arbitraria lo que pasaba debajo de las ventanas de su apartamento en San Petersburgo, durante las obras de reparación para las celebraciones del 300 aniversario de la ciudad. "Tishe" Que significa algo así como “silencio”, muestra la belleza de la vida diaria, entre la comedia y el patetismo, el surrealismo y la abstracción.


"El director Victor Kossakovsky, ganador del premio Joris Ivens con su filme Belovy, ha hecho un documental que él mismo describe como ‘una comedia’. La película fue filmada desde su ventana y fue inspirada tanto por la primera fotografía Vista desde la ventana en Le Gras (1826-1827) de Nicéphore Niépce (1765-1833) como por el cuento Des Vetters Eckfenster (La ventana de mi primo, 1822) de E.T.A. Hoffman (1774-1822); ésta última cuenta la historia de un hombre paralítico que sólo tiene contacto con el mundo exterior a través de su ventana. Kossakovsky hizo lo que él llama una película ‘accidental’: -“generalmente no miramos las cosas que tenemos en frente. Esta película es de cierta forma un ejemplo de lo que puede pasar frente a tus ojos si sólo miras. Esta historia realista transforma de alguna manera el realismo en surrealismo, en lo abstracto”-. Desde la ventana de su apartamento filmó a unos cuantos metros cuadrados de una calle en San Petersburgo durante un año de obras incesantes como preparación para la celebración del tricentenario de la ciudad. Una y otra vez la calle se rompe y se vuelve a pavimentar. El filme lo muestra siempre desde el mismo punto de vista pero con lentes distintos, en horarios diferentes y utilizando una variedad de estilos -realista, surrealista y abstracto-. El título, la palabra “tishe” en ruso, es la única palabra que se oye en toda la película. Significa esconderse, mantener silencio y ser modesto.



Decálogo de Kossakovsky para Filmar

1. No filmes si puedes vivir sin filmar.

2. No filmes si quieres decir algo- solo habla o escribe de aquello. Filma solo si quieres mostrar algo, o si quieres que la gente vea algo. Esto concierne a la película en su totalidad y a cada toma por separada.

3. No filmes si conoces el mensaje antes de filmar – Que la película te enseñe. No trates de salvar al mundo. No trates de cambiar al mundo. Mejor si la película te cambia a ti. Descubre al mundo y a ti mismo mientras filmas.

4. No filmes algo que solo odies. No filmes algo que solo ames. Filma cuando no estés seguro si lo odias o lo amas. Ambos son cruciales para hacer arte. Filma cuando odies y ames al mismo tiempo.

5. Es necesario ocupar la mente antes y después de filmar, pero no ocupes tu cerebro mientras filmes. Solo filma usando tu instinto y tu intuición.

6. Trata de no forzar a la gente a repetir acciones o palabras. La vida es irrepetible e impredecible. Espera, observa, siente y estarás listo para filmar con tu propia manera de hacer películas. Recuerda que las mejores películas son irrepetibles. Recuerda que las mejores películas son hechas a base de tomas irrepetibles. Recuerda que las mejores tomas capturadas son momentos irrepetibles de la vida hechas mediante una irrepetible manera de filmar.

7. La toma es la base del cine. Recuerda que el cine fue inventado con una toma por si sola- Un documental por cierto – sin ningún tipo de historia. La historia existía solo dentro de la toma. Las tomas deben antes que nada proporcionar al público nuevas impresiones.

8. La historia es importante en el documental, pero la percepción es aun mas importante. Primero piensa que es lo que los espectadores sentirán al ver tus tomas. Luego, forma una estructura dramática de tu película usando los cambios de sensaciones.

9. Los documentales es el único arte, donde cada elemento estético casi siempre tendrá un aspecto ético y cada aspecto ético se puede usar estéticamente. Trata de seguir siendo humano, especialmente mientras se edita la película. Quizás, las buenas personas no deberían hacer documentales.

10. No sigas mis reglas. encuentra tus propias reglas. Siempre hay algo que tu puedes filmar como nadie mas."*1

Fuentes de información: *1 Documental Peruano.