Director:
Manuel H. Martín
Guión: Jorge Laplace
Productor:
Olmo Figueredo González-Quevedo Compañía
productora: La Claqueta, Pizzel 3D e Irusoin Guión: Jorge Laplace
Productores Ejecutivos: Miguel A. Reina, Enrique F. Guzmán, Marta Jiménez, Fernando Larrondo
Jefes de Producción: José Carmona, Ángel Serrano, Sara Gómez
Director de Animación: Juanma Suárez
Director Creativo: Miguel Serrano
Música: Pablo Cervantes
País de producción: España
Año: 2012
Duración: 85 min.
Web oficial: http://www.30yearsofdarkness.com/es.php
La película
30 años de oscuridad no es un documental sobre la Guerra Civil
española. Va más allá. Habla de los años posteriores a la guerra y en este
sentido no se trata de uno de los documentales que se acercan al conflicto
bélico. Lo peor de las guerras no está solamente en las víctimas que causan,
sino en las consecuencias que provocan. Como otros países, España vivió una
etapa de régimen dictatorial que pisoteó los derechos humanos. Y, mientras ante
el mundo se mostraba un país que vivía un proceso de modernización, en el
interior de las casas de los “topos” se vivía el auténtico drama de la pérdida
de la libertad.
Los historiadores
nos han dicho que la Guerra Civil española terminó en 1939. Para los “topos” la
guerra terminó mucho más tarde, treinta años después, en 1969, cuando un
documento publicado en el Boletín Oficial del Estado “perdonaba” los supuestos
“crímenes” que habían cometido.
30 años de oscuridad habla de cómo afecta la guerra a las familias,
sean del bando que sean. Los personajes van desde aquellos que estuvieron
claramente implicados políticamente, hasta los que se sintieron encerrados en
medio de una lucha fratricida que no entendían. 30 años de oscuridad es, ante
todo, una historia de supervivencia. Y en este sentido plantea una mirada
universal hacia una problemática local.
La historia de los
llamados “topos” españoles tiene un paralelismo con otros conocidos “encierros”
provocados por la represión. La adolescente Anna Frank estuvo escondida junto a
su familia durante dos años y medio en Amsterdam; el soldado Soichi Yokoi
permaneció 28 años en una caverna sin saber que la II Guerra Mundial ya había
acabado; el activista político Nelson Mandela permaneció en prisión durante 27
años, víctima del apartheid; la líder opositora birmana Aung San Sun Kyi fue
liberada a finales de 2010 tras pasar 15 años de arresto domiciliario. La historia de los
“topos” sigue siendo actual. *1
Sinopsis
Tras el final de la Guerra Civil, Manuel Cortés,
antiguo alcalde de la localidad malagueña de Mijas, no tuvo ocasión de escapar
de España. Tras un largo y peligroso camino de regreso a casa, consiguió llegar
de noche a su casa sin ser descubierto. Su mujer, Juliana, le advirtió de los
numerosos fusilamientos que se estaban llevando a cabo en el pueblo. Ambos
decidieron abrir un pequeño hueco en la pared donde Manuel podría esconderse.
Manuel Cortés nunca pudo imaginar que aquel pequeño espacio tras la pared se convertiría
en su cárcel particular durante 30 años.
Esta es la historia de los llamados “topos de la
posguerra”, que tuvieron que sacrificar una vida entera para huir de la
represión. *1
REIVINDICANDO
LA MEMORIA HISTÓRICA
“Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria
histórica,
porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia”.
José
Saramago
Sin duda uno de los objetivos de 30 años de oscuridad es el de reivindicar la memoria histórica, aparcada
ahora aún más por las instituciones, abocando su avance a iniciativas privadas
y altruistas. En su intento por visibilizar lo sucedido en España durante la
dictadura fascista, 30 años de oscuridad
cambia aquella socorrida pregunta retórica de “¿hay en Alemania calles y
monumentos a Hitler?” por la sentencia “todo el mundo conoce a Anna Frank pero
nadie sabe que esto pasó aquí durante el franquismo”. Aportar luz mediante los testimonios
de aquellas historias es el propósito de este documental, batallar para que no
se olvide lo que supusieron los cuarenta años de dictadura para buena parte de
la población española, homenajear a quienes sufrieron el exilio interior,
documentar lo acontecido para que se sepa y no se repita. De este modo, 30 años de oscuridad acomete una doble
tarea histórica: recorrer la gran Historia a través del camino que adoquinan
las otras historias, las pequeñas historias que cimentan a la grande, las
anónimas, cotidianas y enmudecidas, la de los “topos”.
En esa labor de recuperación de esas historias
silenciadas, el documental se cuestiona sobre cómo habían vivido y sobrevivido
todos estos “topos”, a la vez que da voz a la pregunta de sus protagonistas:
¿había valido la pena vivir de aquella manera? Con ese doble cometido hace un
recorrido paralelo por esos 30 años en España a través de los 30 años de encierro
de los topos, por sus dramas personales y familiares, sus miedos, sus enfermedades,
pesadillas, dudas, frustraciones, depresiones, locuras, cegueras y suicidios.
En un punto de la cinta Jesús Torbado dice que a los
topos “el miedo les quita la categoría de héroes pero no por ello fueron menos
víctimas que otros”. Recuperación de la memoria, sin revancha pero con reconocimiento,
con justicia.
NOVELA
GRÁFICA Y DOCUMENTAL
Uno de los grandes atractivos de 30 años de oscuridad es su elección por un formato híbrido que
mezcla entrevistas reales con ilustraciones que - mediante la técnica motion comic o novela gráfica animada -
recrean los acontecimientos. A través de la creación de imágenes irreales se
logra recuperar y representar estampas y situaciones reales que de otra manera
serían imposibles de recrear por la ausencia de material. Paradójicamente, a
través de un artificio se llega a una narración poderosísima de la realidad. Así
30 años de oscuridad logra combinar
alardes estéticos con momentos de gran tensión narrativa y contagio
claustrofóbico, sin por ello abandonar el tono verosímil y riguroso.
Aunque esta obra puede ser considerada de animación –senda
en la que el cine documental tiene ya mucho recorrido- el mundo al que debe
más es al de la novela gráfica. Así pues, 30
años de oscuridad traslada al cine documental una estética y una técnica
que evoca más a las obras desarrolladas con éxito en el llamado noveno arte.
Entre este éxito muchos coinciden en considerar paradigmático el trabajo de
periodismo de investigación que Joe Sacco desarrolla y reúne en sus Reportajes, a cuya estela han ido
brotando muchos otros ilustradores que han sabido beber de la no ficción, ya
sea ahondando en la investigación histórica como Paco Roca (Los Surcos del Azar), en la etnográfica
como Baudoin y Troubs (El sabor de la
tierra o Viva la vida), o en la
periodística como Robert, Lindingre y Astier (la serie El Negocio de los negocios) o Guy Delisle (Pyongyang o Crónicas de
Jerusalén) por mencionar a algunos.
Fuentes de información: *1 Web oficial de 30 años de oscuridad, Alejandro Sanz Angulo para Naranjas de Hiroshima.
Ver en Documaniatv.
2 comentarios:
Pues tiene pintaza, me lo voy a apuntar.
Súper interesante!!
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