Año: 1984
País de producción: Suecia
Dirección: Ingmar Bergman
Guión: Ingmar Bergman
Duración: 14 min.
Idioma: Mudo con intertítulos en sueco y subtítulos en castellano.
Bergman rodó una película muy bella usando únicamente fotografías, las de su álbum familiar, para contar sin palabras la historia de su madre. La película dura catorce minutos y se llama KARINS ANSIKTE. El rostro de Karin, su madre, se repite una y otra vez, en diferentes fotografías de diferentes épocas, al ritmo de un piano cuyas notas disonantes enlazan unos primeros planos con otros. Porque se trata de una película de primeros planos, como tantas películas de Bergman.
En KARINS ANSIKTE se intuye también una historia ya contada por Bergman en otras ocasiones. La triste historia de amor de sus padres, minuciosamente fabulada en ese precioso libro llamado Las mejores intenciones, que también podría haberse titulado El matrimonio amateur, como esa novela maravillosa de Anne Tyler con la que guarda muchas similitudes. Busco Las mejores intenciones y releo la primera página del libro. En un breve prólogo, Bergman explica:
"Los Akerblom eran una familia muy amiga de fotografiarse. A la muerte de mis padres heredé un buen número de álbumes; los primeros de mediados del siglo XIX, los últimos de principios de los años sesenta. Hay sin duda una enorme magia en esas imágenes, sobre todo si se examinan con ayuda de una lupa gigantesca: rostros, rostros, manos, posturas, ropas, joyas, rostros, animales domésticos, vistas, luces, rostros, cortinas, cuadros, alfombras, flores de verano, abedules, ríos, peinados, granos malignos, pechos que despuntan, majestuosos bigotes […] Pero sobre todo los rostros. Me meto en las imágenes y toco a las personas, a las que recuerdo y a aquellas de las que no sé nada. Esto es casi más divertido que los viejos filmes mudos que han perdido sus textos explicativos. Yo me invento mis propias pautas."
Así es exactamente como filmó Bergman las fotos de su madre, con esa lupa gigantesca que es el objetivo de la cámara.
En KARINS ANSIKTE se intuye también una historia ya contada por Bergman en otras ocasiones. La triste historia de amor de sus padres, minuciosamente fabulada en ese precioso libro llamado Las mejores intenciones, que también podría haberse titulado El matrimonio amateur, como esa novela maravillosa de Anne Tyler con la que guarda muchas similitudes. Busco Las mejores intenciones y releo la primera página del libro. En un breve prólogo, Bergman explica:
"Los Akerblom eran una familia muy amiga de fotografiarse. A la muerte de mis padres heredé un buen número de álbumes; los primeros de mediados del siglo XIX, los últimos de principios de los años sesenta. Hay sin duda una enorme magia en esas imágenes, sobre todo si se examinan con ayuda de una lupa gigantesca: rostros, rostros, manos, posturas, ropas, joyas, rostros, animales domésticos, vistas, luces, rostros, cortinas, cuadros, alfombras, flores de verano, abedules, ríos, peinados, granos malignos, pechos que despuntan, majestuosos bigotes […] Pero sobre todo los rostros. Me meto en las imágenes y toco a las personas, a las que recuerdo y a aquellas de las que no sé nada. Esto es casi más divertido que los viejos filmes mudos que han perdido sus textos explicativos. Yo me invento mis propias pautas."
Así es exactamente como filmó Bergman las fotos de su madre, con esa lupa gigantesca que es el objetivo de la cámara.
Fuentes de Información: Texto de Jonás Trueba, publicado en ElMundo.es, Patio de Butacas (info y descarga).
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