jueves, 21 de junio de 2007

Las Hurdes (Tierra Sin Pan) - Luis Buñuel


Dirección: Luis Buñuel.
Productor: Ramón Acín.
Argumento: Inspirado en un libro de Maurice Legendre.
Guión: Luis Buñuel, Pierre Unik y Julio Acín.
Fotografía: Eli Lotar.
Montaje: Luis Buñuel.
Música: Extractos de la 4ª sinfonía de Brahms (sonorizada en 1937).
Sonido: Charles Goldblatt y Pierre Braunberger.
Narrador: Abel Jackin (de la versión restaurada,Francisco Rabal).
Intervienen: habitantes de las Hurdes (Cáceres).
País de producción: España.
Año: 1933.
Formato: 35mm. B/N.
Duración: 27 minutos.





La idea de rodar un reportaje sobre la paupérrima región de las Hurdes en 1933 -que no, en 1932 como se creía hasta hace muy poco tiempo (tal y como subraya la tesis de Maurice Legendre)-, la concibió Luis Buñuel inspirado por "los estudios del Dr. Gregorio Marañón sobre la enfermedad del bocio en aquéllos parajes".

Las Hurdes, tierra sin pan es un homenaje a los habitantes de una región azotada por el hambre, la enfermedad, y la miseria. Los crucigramas nos dicen que la definición más ajustada del pan es la de alimento básico, y así nos lo recuerda el fragmento anterior. La enfermedad era, también, una de las principales características de la región. De hecho, eran habituales endemias como el bocio o el paludismo, causadas y agravadas por la inanición, y la insalubridad del lugar, respectivamente. Y por último, la miseria era connatural a esas gentes, que carecía de la educación necesaria. Las costumbres autóctonas son tan feroces como habituales en muchos pueblos de la España de la época. El narrador cuenta que "ante el pueblo reunido, los hombres más recientemente casados deben, cada uno, arrancar la cabeza de un gallo". El dramatismo de tal escena da la impresión de que el espectador asiste a un acto de barbarie exclusivo, cuando la realidad de la época nos enseña que costumbres como aquélla no eran muy diferentes de otras, de parecido calado.

Por otra parte, escenas tales como la un burro rodeado de abejas, a causa de cuyas picaduras, sufre un fatal desenlace; la de una niña enferma; la de los hombres que recorren a pie y descalzos distancias muy extensas para procurarse provisiones, o la de las muestras comparativas del mosquito anófeles (portador del paludismo), y del mosquito común; todas ellas dan una idea del sentido didáctico que Luis Buñuel quería conferir al documental.

Un burro agonizante es una muestra de las carencias inherentes a un pueblo marginal. La enfermedad se adueña de los más débiles, con más fiereza. El sacrificio, por su parte, se impone como una necesidad irrenunciable para combatir el hambre. Por último, el mosquito constituye una prueba fehaciente de la existencia de endemias.

Todas estas imágenes no están exentas, sin embargo, de artificios. P.ej.: La niña enferma estaba aquejada de un agudo dolor de muelas, pero la imagen de la dentadura que ausculta la cámara, corresponde a la de una anciana del pueblo. En otra secuencia, aparece una cabra despeñándose de un risco, aparentemente, de forma natural, cuando, en realidad, con un objetivo técnico, había sido abatida de un tiro.

Las Hurdes, tierra sin pan, de Luis Buñuel, no sólo es una crónica social de una crudeza sin parangón, en un país que no reconocía la existencia de lugares olvidados, sino también, un instrumento didáctico, que aunque alarmó a las autoridades, perseguía un buen fin.

Fuentes de información: Tomás Valero Martínez Publicado por: CineHistoria



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