jueves, 6 de mayo de 2010

Paragraph 175

Título original: Paragraph 175 (Párrafo 175)
Dirección: Rob Epstein, Jeffrey Friedman
Dirección artística: Sterling Franck
Producción: Janet Cole, Michael Ehrenzweig, Rob Epstein, Jeffrey Friedman
Guión: Sharon Wood
Música: Tibor Szemzö
Fotografía: Bernd Meiners
Montaje: Dawn Logsdon
Intervienen: Rupert Everett (narrador), Klaus Müller, Karl Gorath, Pierre Seel
País de producción: Alemania, Estados Unidos, Reino Unido
Año: 2000
Duración: 81 min.
Producido por: Channel Four Films, HBO Theatrical Documentary, Telling Pictures, Zero Film GmbH, Cinemax.





Este documental cuenta las historias de varios hombres y mujeres que fueron perseguidos por los nazis gracias al artículo 175, que castigaba la sodomía en el código penal alemán desde 1871.

Entre 1933 y 1945 fueron condenadas unas 100.000 en base al artículo 175, de los que la mayoría fueron condenados a prisión o cadena perpetua. Entre 10 y 15.000 fueron internados en campos de concentración, de los que sobrevivían unos 4.000 al final de la Guerra. De esas personas, en el año 2000 sólo se pudieron encontrar diez con vida. En el documental, cinco de esos antiguos perseguidos, todos de más de 90 años, cuentan por primera vez su historia y cierran con ello un capítulo histórico.

Párrafo 175 ilumina la persecución de los y las homosexuales en el Tercer Reich, poco documentada hasta el momento, y las consecuencias posteriores para las víctimas basándose en las historias personales de cinco víctimas:

* el medio judío y luchador de la resistencia, que ayudó a refugiados en Berlín durante la Guerra;
* la lesbiana judía, que pudo huir a Inglaterra con ayuda de su amante;
* Albrecht Becker, diseñador de producción alemán;
* Pierre Seel, un adolescente de Alsacia.

Los campos de la muerte (*1)
Se calcula que entre 10.000 y 15.000 homosexuales serían enviados a los campos de la muerte, donde los hombres que eran obligados a llevar el triángulo rosa eran especialmente maltratados por los guardias. También fueron objeto de crueles experimentos médicos. Un doctor llamado Carl Vaernet realizó, en el campo de concentración de Buchenwald, numerosas operaciones cuyo propósito era el de volver heterosexuales a sus pacientes. Su experimento incluía la inserción de una cápsula que segregaba hormonas masculinas. Estos experimentos eran tolerados y ordenados por el mismo Himler y su estado mayor, quienes consideraban una cuestión de honor convertir a estos “elementos antisociales” en alemanes de primera.

El trato a los prisioneros homosexuales en los campos era especialmente duro, tal como relata Heinz Heger en su libro Los hombres del triángulo rosa, al que cito literalmente: “No estaba permitido a los homosexuales que ocuparan ningún puesto de responsabilidad, al menos no en Sachsenhausen. Tampoco podíamos siquiera hablar con prisioneros de otros bloques que llevaran un triángulo de color rojo; según se nos dijeron, estos a se debía a que podríamos intentar ser seducidos. No obstante, las prácticas sexuales estaban más extendidas en los demás bloques, en los que no había hombres con el triángulo rosa, que en el nuestro”.

Y es que dentro del campo de concentración, como señalaba el gran conocedor del tema Eugen Kogon, fue suficiente la mera sospecha para etiquetar a un prisionero como homosexual para exponerlo a la denigración, sospecha en general y peligros especiales. Las generalizadas relaciones homosexuales que al parecer había en los campos estaban, paradójicamente, vetadas a los portadores del triángulo rosa.
Uno de los supervivientes gays de los campos de concentración alemanes, Pierre Seel, relató como él fue arrestado luego de haber denunciado un robo en un club homosexual y cómo fue brutalmente sometido a malos tratos en los campos de Schimeck y de Struthof. En el primero, y sin apenas medios, fue obligado a trabajar en la construcción de un horno crematorio. En el segundo, víctima de todo tipo de abusos y privaciones, fue violado y su cuerpo fue utilizado como blanco humano mientras los nazis le arrojaban jeringuillas en lugar de dardos. “Tengo vergüenza por la humanidad”, dice Seel en un libro que escribió recientemente. No es de extrañar.

El mismo Seel contaba la brutalidad de la policía cuando llegó a la comisaría de su primer arresto. Los homosexuales eran golpeados, humillados, torturados e incluso a los que se resistían los hombres de las SS les arrancaban las uñas. Otros fueron violados sádicamente con renglones rotos que les perforaron los intestinos, lo que les provocó numerosas hemorragias y a algunos incluso la muerte. Este superviviente de este tormento relata como los nazis utilizaban perros que azuzaban para torturar a los gays previamente desnudados; así, al parecer, fueron asesinados cruelmente decenas de ellos.

Fuentes de información: Wikipedia, Videoteka LGTB (info y documental online en HD), (*1) Extracto del artículo El Holocausto Silenciado : Gays en los campos de concentración Nazis, de Ricardo Angoso.
 


6 comentarios:

Alexandros dijo...

Hola. Hace mucho que sigo tu bitácora. Muchísimas gracias por la labor que haces. Los documentales son un género reivindicativo. Muchas gracias!

Naranjas De Hiroshima dijo...

Gracias a ti por visitar y comentar, esperamos que estar contribuyendo a que nos acostrumbremos a ver otro tipo de cine y sobre todo otro tipo de cine documental, mas alla del docu-repor televisivo.

Documaniático dijo...

Extraordinario aporte. Lo uso, con mis respetos, en mi blog.
Un saludo.

Naranjas De Hiroshima dijo...

Porsupuesto, ya sabes Documaniático, que para esto estamos.

Gracias por visitar y difundir!!!!

Leticia Aguilar dijo...

Ya no está disponible, ojalá puedan recuperarlo. Lo vi hace algunos años y me hizo llorar :0

Anónimo dijo...

En el 2013 fui al campo de Struthof, sin duda para mi, de todos los que visite fue el más horroroso. Tal vez se deba a que los campos que se encuentran en Alemania están maquillados hoy en día y no muestran ni comentan todo lo que realmente hicieron. Siempre he pensado que hay tantas cosas que sucedieron en esa época que más adelante saldrán a la luz como es este gran documental.