lunes, 25 de enero de 2010

Tren de Sombras


Dirección: José Luis Guerín
Guión: José Luis Guerín
Fotografía: Tomás Pladevall
Protagonistas: Juliette Gaultier, Ivon Orvain y Anne Celine Auché.
País de producción: España, Francia.
Año: 1997
Duración: 85 min.
Formato: 16 mm, 35 mm, B/N y Color.
Formato copia: Dvd-Rip.
Distribución: En España distribuida en DVD por Versus Entertainment en formato Pack J.L. Guerín, que incluye : Innisfree / Tren de Sombras / Unas Fotos en la Ciudad de Sylvia, por 44,95€.









"Tren de sombras, de José Luis Guerín - El cine es estado puro"
de Francisco Javier Gómez Tarín,

Pocos somos los afortunados que, en este país de mediocridad y sinsentido, hemos tenido el inmenso placer de disfrutar con una de las obras más singulares, personales y radicalmente cinematográficas que ha dado el cine en los últimos años (y no el cine español, sino el universal). El fenómeno no se producía desde los tiempos de El espíritu de la colmena y, a otro nivel, de Arrebato.

Sin embargo, mientras injustamente se celebran los Segura y Almodóvar (y no digamos nada del caso Amenábar), películas como Tren de sombras permanecen marginadas, mal distribuidas y prácticamente desconocidas.

No vamos aquí a rasgarnos las vestiduras ante la casi ya irreversible situación del cine español (altamente tecnificado pero sin ideas), no es el momento ni el lugar; pero hay que decir que Tren de sombras fue posible gracias al empeño de Guerín y a la producción sin demandas de Portabella (otro clásico francotirador que en los 60 y 70 nos brindó algunas de las obras más interesantes del cine español). La película nació al amparo de las conmemoraciones del (falso) centenario del cinematógrafo; Guerín, en compañía del director de fotografía, Tomás Pladevall , se desplazó al lugar más idóneo para rodar a lo largo de las cuatro estaciones, un viejo caserón en la Francia rural, en Le Thuit (El fantasma de Le Thuit, como subtítulo del filme es de cierta relevancia, ya que es precisamente el fenómeno del fantasma - ligado al cinematógrafo - lo que se está recreando); con una vieja cámara de 16 mm., similar a las que en su día se utilizaron para rodar los famosos aires libres al estilo de los LUMIÈRE , filmaron abundante material en blanco y negro a imitación de aquellas viejas películas familiares. La subvención que el proyecto tenía se agotó y el filme tuvo que posponerse hasta que apareció Portabella con su famoso cheque en blanco; esto permitió regresar a Le Thuit, ya con una cámara de 35 mm. y filmar tanto el paso de las estaciones como el resto de secuencias en color. Posteriormente, cerca de un año de montaje, completó un resultado que obtuvo un premio en el festival de cine fantástico de Sitges. Guerín asume que su distribución no ha sido adecuada, pero la relación coste - resulta- dos es positiva, por lo que se muestra abiertamente que hay otros caminos.

Puesto que no son muchos los espectadores conocedores de este genial producto cinematográfico, intentaré resumir - si ello es posible - su argumento: Los títulos aparecen con un indicativo al rescate de viejo material familiar (lo cual es falso, por supuesto) en Le Thuit; ya en ellos, se insertan fotogramas de vieja película pasando, roturas y veladuras (una constante a lo largo de todo el filme). Para comenzar, como más tarde analizaremos, vemos viejos fotogramas del fantasma y su contexto, de su vinculación a una vieja cámara.

Se produce desde ese momento una sucesión de viejas imágenes en blanco y negro, muchas veces veladas, otras avanzando entre roturas, que muestran a la familia y su entorno, sus excursiones, sus fiestas, sus comidas, la presencia del tío (que practica la magia y el escamotage - elemento decisivo en el filme-). El color nos trae al presente, a la misma población, los mismos entornos; una sucesión de planos ¿documentales? nos hacen partícipes de las marcas del pasado y el cambio producido; como veremos, se da una cadencia desde los elementos más abiertos a los más cerrados, hasta llegar al viejo caserón; allí el tiempo queda suspendido y hay un paso de estaciones que nos permiten penetrar al interior a través de - esencial - las ventanas (por cuyo reflejo podrá después salir el fantasma a realizar su último viaje cinematográfico); en el interior, la noche se liga a los objetos del pasado, que cobran vida gracias a la luz exterior de los automóviles y, fundamentalmente, del rayo y la tormenta (aquí sería capital revisar la utilización de la banda sonora musical, pero nuestro espacio es limitado y debemos sacrificar algunos de los elementos).

Las viejas bobinas parecen cobrar vida propia y las imágenes reaparecen, conectando con el bloque inicial, pero, en esta ocasión, lo que vemos es la exposición a través de una moviola; lentamente, paso a paso, dos cadenas de fotogramas van intentando encajar la una con la otra, construyendo una historia allá donde no había nada, aparentemente; esa historia se crea a partir de los cruces de miradas (al más puro estilo Kuleshov) hasta alcanzar el clímax en el desvelamiento de un escamotage narrativo que sitúa en línea a los personajes implicados para desvelar la historia implícita y la marca enunciativa (posteriormente tratamos esta cuestión); el cambio a color en este momento, resulta capital, así como la utilización de la voz, única en el film: ils nous ont vu. Generada su historia a través de esa moviola indeterminada, el fantasma puede liberarse del suplicio de no saber cuál era el relato oculto en sus viejas bobinas y abandona la casa para internarse en el lago con la protección de su vieja cámara, mudo testigo de cualquier evento.

De ahí a la cadencia de lo cotidiano, inmune al cine, que cierra en esa dirección prohibida, largamente mantenida (nos recuerda, ¡qué pretensión!, el plano de más de 10 minutos, aparentemente sin contenido, que cierra The End, de Yaiza Borges, denostado en su tiempo por su carencia de).

Por cuestiones profesionales he visto Tren de sombras en muchas ocasiones, casi siempre en soporte vídeo, pero su formato es el celuloide y su definición el 35 mm. Debe verse en un cine y, a ser posible, contar con la presencia de Gurín para poder compartir ese amor al cine en estado puro. Vista en la gran pantalla (hoy no tan grande), la fotografía estalla y los sentidos se multiplican; los fantasmas atraviesan la oscuridad de la noche y se abren paso con la luz de la tormenta hacia esa otra luz - la del proyector - que desde la tela blanca nos dice que la ficción es más que real (lo que es decir que la realidad, la cotidianidad, es ficción).

Así ocurrió en una ocasión. A las cinco de la mañana todavía no podía conciliar el sueño. Las sombras del tren conducido por Guerín giraban en mi cerebro. Allí estaba el cine, todo el cine: el conocido, el ya visto, pero también, y sobre todo, el que nunca vería, el de acceso imposible: el que pierde su imagen en los húmedos sótanos de viejas mansiones, el que se destruyó en los incendios, en los derribos de viejos locales de cinematógrafo. . . el Cine, con mayúsculas. Pero para acercarnos a la película de Guerín debemos rodearnos de un hálito de frialdad que nos permita interpretar sin emociones, intentando un acceso coherente (lo que es difícil, desde luego, muy difícil).



Dejando a un lado el proceso discursivo global y la presencia enunciativa de su autor (aparentemente, ya que todo el film es pura enunciación), podemos encontrar diversas partes claramente diferenciadas (aunque en el fondo dirigidas a un proyecto inequívoco). Primero, la mostración: Una serie de viejos films familiares que (re)representan a esa mansión y la apacible vida familiar de sus habitantes; dentro de ellos, múltiples referencias que funcionan como homenaje a los grandes del cine pero que se articulan con su propia entidad en el seno del discurso gueriniano: Lumiére y sus escenas familiares (sin olvidar El regador regado), John Ford y Bergman (implícitamente las sombras recortadas de El séptimo sello), y, sobre todo, Renoir, el magnífico Renoir de Une partie de campagne (el columpio, las damas, la lluvia, las barcas, el paseo. . . los amores) (....)

Fuentes de información: Tesís completa "Tren de sombras, de José Luis Guerín - El cine es estado puro" de Francisco Javier Gómez Tarín, publicado por la Universitat de València, disponible en www.bocc.ubi.pt, Delectrick (info y descargas), Tren de Sombras.


5 comentarios:

poliket dijo...

Gracias por la genial descripción que hacéis de la película (¡es inmensa!). El primer párrafo lo firmo punto por punto. Desde que vi "Tren de sombras", no he visto otra película que me parezca más impresionante y completa (ni española ni extranjera). ¡Esa película es el cine! (el que ha habido, y el que tiene que venir)...

¡Queremos más películas como esta, Guerin! ;)

Firmado: uno que se encontró, en una tratoría china de Paris (con motivo de la exposición Erice-Kiarostami del Pompidou, me imagino), a Erice y Guerín discutiendo. ¡Guau! Los dos monstruos del cine español en una misma mesa.

Naranjas De Hiroshima dijo...

Pues la tesis completa son 16 páginas, no hemos podido ponerla entera, porque entonces ocuparia medio blog.
Nos hemos salido un poco de la línea de Naranjas, ya que Tren de Sombras no es un documental, pero hace tanto tiempo que teniamos ganas de publicarla, que hemos pensado que ya era hora, hay tantas y tantas cosas para ver online, tantas páginas con tantas peliculas y sin apenas una descripción (pero con espacio de sobra para publicidad), que una obra magna como esta, se merecia, de una vez por todas estar disponible para todo el mundo que quiera disfrutar de poco más de una hora de CINE, así, con mayusculas.
Por cierto, vaya suerte tuviste estando presente en ese encuentro con esos dos maestros.

Marlowe dijo...

Hola, me acabo de dar cuenta que el color de tu cartel va perfecto con la tonalidad de fondo de mi blog, y como de alguna manera, de alguna, me dio cuenta que tenemos cosas en común, te he colocado en el lateral, como la tabla de la plancha, para que me calientes el ambiente,jejejeje.

Estas aquí: http://jcastguer.blogspot.com/

Si, por lo que sea, no te gusta, pues protestas enérgicamente y lo quitaré. felicidades por magnifico trabajo. Un saludo.

Naranjas De Hiroshima dijo...

Hola Peter Pan, estamos encantados de aparecer en tu blog, la verdad es que no te conociamos, pero pinta muy interesante, con mucha, mucha información, me encanta, ademas ese toque freak-libertario que tienes.

la casserole rouge dijo...

Hola !!

pues sí!! estoy totalmente de acuerdo! Tren de sombras es increíble! Ojalá Guerín nos siga sorprendiendo como lo ha hecho hasta ahora.

Con impaciencia espero su próxima peli.

Me gusta mucho tu blog!

una seguidora : )