Dirección: Rubén Gámez
Fotografía: Rubén Gámez
Guión: Rubén Gámez
Montaje: Rubén Gámez
Producción: Gustavo Alatriste
Música: Dimitri Sostakovich
Año: 1962
País de producción: México
Duración: 09 min.
Cortometraje experimental de Rubén Gámez acerca de la planta más famosa de México. Con cortes tajantes, Gámez crea una esquizofrenia visual a través de un plantío de agaves hasta llegar a una destrucción, donde por fin hay sosiego. Es una de las obras más infravaloradas de un director olvidado.
Rubén Gámez: ideas hacia un cine mexicano
Apenas un puñado de cinéfilos han tenido acceso a la obra de Gámez. No obstante, su interés por abordar la realidad nacional desde un lenguaje cinematográfico mexicano ha reavivado el interés general por él.
Rubén Gámez es un nombre poco citado en la historia del cine en México. Apenas un puñado de cinéfilos, realizadores y críticos han tenido acceso a su obra que, durante décadas, permaneció archivada primero por censura y después por cuestiones de herencia e incertidumbre sobre el posible destino de sus negativos. No obstante, su estilo incomparable y su interés por abordar la realidad nacional desde un lenguaje cinematográfico propiamente mexicano han reavivado el interés general por el cineasta y fotógrafo. Lo anterior se ve en proyecciones, muestras y ediciones dedicadas a su trabajo. Aquí revivimos el fantasma de Gámez y sus ideas en torno a una posible estética cinematográfica de lo mexicano.
I. Rubén Gámez y el Concurso de Cine Experimental
En 1964, dos años después de terminar su cortometraje Los magueyes (un montaje de planos sucesivos de agaves, sin voz ni texto y con música de Shostakovich), Rubén Gámez buscaba recursos para realizar su segunda película: La fórmula secreta, titulada originalmente Kokakola en la sangre. Gámez se acercó a Gabriel Alatriste, quien produjo Los magueyes, aunque el productor de la cinta terminó siendo Salvador López. *1
(...)
Magueyes aborda el tema del agave, planta “sagrada”, íco no de la cultura mexicana. S. Eisen stein lo había ya utilizado en ¡Qué viva México! asociándolo al perfil azteca. Magueyes se vuelve aqu i la versión vegetal de Alexander Nevsky (1938) del mismo Eisenstein.
El antropomorfismo de este corto nos lleva a presenciar una guerra con ejércitos de agaves de gruesas corazas, al ritmo del segundo movimiento de la 11° sinfonía de D. Shostakovich donde los alineamientos de plantación son aquéllos de los ejércitos en posición de ataque.*2
Fuentes de información: *1 Rubén Gámez: ideas hacia un cine mexicano por Pablo Martínez Zárate publicado en Letras Libres, *2 por Angélica Cuevas Portilla. AliasEditorial,
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